Dijiste hola, para luego decirnos adiós. Nuestro amor agonizó, antes de morir. Bajo la noche estrellada, mi teléfono y yo. Escuchando tu voz, sinusoidal . Heme aquí con las olas del mar y deseando, de ti al menos una señal. Cien noches y cien suspiros, miles de versos, y besos robados. y mis ojos que te hablaban, y tu contestabas con una sonrisa mental , que me hacía volar , sin necesidad de alas desear. Porque con pensarte , me bastaba para no extrañarte . Y en tu soledad , creías que tu sombra te acompañaba, mas era yo que en ti pensaba. Sí. Tu sonreíste, tanto como yo. Tu me hiciste sentir todo lo que podía sentir y fue real. Tarde perfecta , frente al mar. Noches mágicas. Luz, y un lindo despertar. Y las aves que hoy vuelan los cielos , me ven desde lejos, y me preguntan "¿que se ha hecho?", pero se olvidan , que eras bella ave , como ellos, y que debías volar en otro cielo. Y que hoy solo queda la triste