P ara que pediré perdón, si al final, volverá a pasar. Como el agua que parece correr hacia el mar pero nunca se va. No entienden que en mis adentros, hay nobleza, y gentileza. Pero también fuego abrazador, que puede matar, y no lo puedo controlar. No entienden que hay algo, que recorre mis venas, y me consume y me vuelve vulnerable, como con el corazón herido. Y no saber hacia donde ir, mas sabiéndolo adentro. Y se conjuga todo, hasta quedar harto, y lastimar y lastimarme. Pediré perdón lo sé, y tal vez sea demasiado tarde. Tal vez, a quien yo amo, ya no me ame. Y seguiré, en mi lamento, listo desde este alto terreno, para hacia el vacío arrojarme, y seguir vivo si acaso, en la mente de nadie.