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Mostrando entradas de marzo, 2024

Ella, no es Ella.

 E n su andar, existe un reflejo del pasado, una sombra de lo que me fue añorado.   Su sonrisa, es como la de alguien que alguna vez fue. En su mirada, hay un susurro que me recuerda, a la que alguna vez ame.   Ella, es una extraña en un cuerpo conocido, me lleva de vuelta a un tiempo lejano,  donde fui dueño de un corazón, con el que compartí un sueño y una ilusión.   Donde alguna vez prometí, y no cumplí. Donde mis huellas se borraron en el ocaso del olvido. Pero no es ella, aunque se le parezca, aunque en ella se refleja, aquella que solía ser.   Hay un eco en las paredes del recuerdo, un eco que me devuelve a la que una vez perdí. A través de ella, le hablé a la que ya no es, y aunque estreche su mano, fue solo para volver, al ayer.   Sus manos, son blanquecinas como las nubes, color de la luna, y la piel es suave, con esencia de acebuche.   De otro, ella es, de otro, quizá, o tal vez, pues se que conmigo, nunca podrá ser. Pues el que ya tiene es el único y al que siempre quiere te

Los buenos, siempre mueren

E n el oscuro rincón de su memoria, donde los recuerdos yacen ya sin pena ni gloria, se esconde pues, la tristeza, la desdicha y el desdén, de los buenos amantes, que siempre mueren. Lágrimas de tormento y silencio de desesperanza, acompañan el destino de los corazones nobles, que se entregan amando sin medida, sabiendo que nunca serán suficientes sino pobres. El primer amor, es la sombra que persigue, una marca indeleble en el alma, pues nunca, por más que se desee, se podrá llenar el vacío que la deja socavada. Los buenos, los altruistas, los sacrificados, siempre marchan solos en este mundo, donde por ser buenos, son tomados como absurdo, donde su amor se lo ve cual moribundo. Pues a veces por no decir siempre, el amor de los buenos no es correspondido. Nunca es lo que se espera, pues sabe a poco para quien receta el olvido. Y así, en el ocaso de sus días, se desvanece la luz de su existencia, abrazados por la soledad y el hastío, sabiendo que su destino, fue sellado desde el princi

Yo viajé por estas calles

  Y o viajé por estas calles, una y otra vez.   Viajé, tomando su mano, como si acaso, no hubiera mañana ni ocaso.   Estuve en ese parque, estuvimos en esa banca.   Y si pudiera hablar la banca, diría que hubo veces, donde hablamos tanto y poco, y otras donde hablamos nada.   Donde tan solo conversaban, nuestras miradas.  Donde el tiempo desaperecía, donde mi corazón, de amor se estremecía.   Y hoy, que estoy recordando aquel recuerdo que no volverá,   como el día que pasa y no vuelve, o como la nube que pasa y desaparece,   aquí entre lágrimas secas, y llanto silente,   disimulado de una falsa sonrisa, a veces, sin que ella sepa cuanto me duele,  es la misma noche, son las mismas estrellas, esas, que miraba con ella.   Es el mismo viento que mueve las hojas secas, hojas que sin mas desaparecen muertas.   y todo es igual, solo que ella ya no está.   Sigo anclado a una persona que ya no me quiere, O que quizá nunca me quiso.  Una, por la que todo cuanto pude dí, una, que  ahora, solo es

El amor idealizado

      E n tu mirada de terciopelo, brilla el sol, como la miel, dulce, cálida sensación. En tu abrazo encuentro el Edén, donde perderme es mi eterna ilusión. Tus besos son como gotas de rocío, tocando el sol con dedos de deseo, en tu piel encuentro el paraíso, un lugar donde el tiempo se va sin permiso. ¿Y que seria de mi sin ti? Mi día sería noche, como un barco perdido sin norte, donde el mar y el cielo se funden, en un abrazo eterno, pero sin horizonte. Seria yo como el ave, que con una sola ala, no podría volar, si un día, me llegaras a faltar. Con tu presencia, mi alma se embala, y el universo entero parece danzar. Mi amor hacia vos, es un tesoro, que ni la muerte podrá jamás robar Ahogarme en tus besos, sin decoro, y juntos en el éxtasis nos perderemos, sin final. En tus brazos encuentro mi verdad, en tus ojos, mi razón para amar. Eres mi luz, mi eternidad, juntos, en este amor, siempre habremos de brillar.

Miento

     V i mi reflejo en el espejo. Veo mis pupilas adormecidas.   Veo hacia el recuerdo del ayer, y ahí estas, bella y sublime mujer. A veces despierto con la sensación, de que nos vamos a encontrar. Pareciera estar mi interior convencido, de que aun no estoy en tu olvido. Pero miento. Eso no va a pasar. Ya te perdiste, como la gota de agua,  que se pierde en el mar. Alguien me ha preguntado, por que me veo decaído. Que ha sido el insomnio, he respondido.   Pero miento. Han sido las lágrimas, que colorean mi cara, con lastima.    He clavado mis ojos, en el sol, para fundir tu recuerdo, y encontré mas bien, el girasol.   Aquel girasol que puse en tus manos, y que ya marchito, se funde en mi llanto.   He tomado un lirio que encontré por un jardín, feliz, le he dicho a alguien, que es para ti. Pero miento, entregártelo jamas podría. Pues existe una barrera, que pusiste de noche y de día.  Al lirio lo arrojé, el viento se lo llevó, ojalá por casualidad un pétalo te salude, así como indifere

Cobarde

C omo las nubes en mi triste cielo , que pasando parecen que no se van. Como el rio que fluye y fluyendo, parece que nunca se va. Así, tu recuerdo etéreo y sempiterno me lastima, pues parece que yéndose, nunca se va . No te he visto en muchos días, como cuando una inmensa nube cubre el sol. Tu sombra me dejo sin brillo, triste, como aletargado y caído . Como respirar bajo el mar , como si  miel cayera en mis ojos. Cobarde , te fuiste, y nada mas, Y no volverás jamas. Le tuviste miedo, a la razón. Le tuviste miedo, al amor . Allá te preguntó un amigo, qué nos paso, y le dijiste que no seguimos, y te valió. Cobarde, vos no seguiste . vos, y no se por que. Y, me duele tu recuerdo , y no lo puedo borrar. No puedo respirar. Quiero hacerme el fuerte como vos, pero no lo soy. Cobarde, en nombre de tu libertad, en nombre de tu supuesta paz mental, pague el precio de vivir destrozado , de fingir las sonrisas, para evitar recordar, que no soy amado. Vos andas alegre, sonriente, en el agua, en