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Mostrando entradas de 2021

Ellos y alguien mas

    Se del dolor que se siente. Se que cuesta poder tenerte. Se que hubo días que mientras abrazabas, También en alguien mas pensabas.   Ellos fueron los que una vez, te hicieron sonreír. Ellos, alguna vez, te llevaron a la luna.   El primero, te dio tu primer beso, quizás. Te abrazó como nadie jamás. Te insinuó su leve ansiedad. Te llevo caramelos y fue a verte bailar.   Se del dolor que se siente. El recuerdo, el sol, el aire. Todo aquello, que te recuerda, acaso un lindo pasado.   El tercero, fue el amigo de la juventud, dices que nadie es vencedor,  si nunca perdió algo, para ganar. El te robo un beso.   Mientras abrazabas a alguien mas, pensabas tal vez, en el. las viajes con el bus, su barbería El tequierote.   El cuarto, fue el de los 19, su historia de buen padre, y de recuperador de mujer extrema, su moto, su barba, su cuerpo.   Sus ojos, pero sobre todo, su voz. Estupefacta. Fue para ti, como una ilusión,  Y era lindo hablar con el.   Y pasó...  Se del dolor que se siente, re

Mi vi un día

    Me vi un día, sentado frente al horizonte. Mirando el azul cielo, en una casa de campaña. No se si estaba en mi tierra, o en alguna montaña de una tal España. Pero eras vos quien me acompañaba. Escuche que alguien dijo tu nombre. No se si era un momento eterno, tampoco se si era etéreo. Ya no estoy seguro si era yo, o un niño, que por ser mi hijo. se parecía mucho a mí, o mas bien a tí. Y ahí estaba ese recuerdo, de un índigo, futuro. O de un futuro, que por se indigo, llegara algún día, seguro.

Si te busqué

      Si te encontré,  como quien buscaba, un ancla en alta mar,  te encontré. Si te busqué,  como se busca un hilo, en el desierto, te encontré. Si con total frenesí, toqué tu piel, toqué la piel mas suave,  que los pétalos de una rosa.   Si como loco,  alguna vez te besé, besé, los labios, mas dulces,  que la miel.  Si te busqué, en la mas oscura hora, para llevarme tu ser, era tu ser mas adictivo que una droga.

Aquellas tardes

   Eran, tardes tranquilas, cuando la lluvia caía. Una vez, vos y yo corrimos, hacia la sombra de un árbol, Caminábamos las mismas calles, entre risas y sin reparos. Hablábamos de cualquier cosa, tan solo para caminar bajo las nubes celosas.   Visitar a alguien,  era tan solo una excusa, para buscarnos los ojos y decirnos mil cosas en silencio.   Yo buscaba tu multicolor turbante, el color de tu piel, el canto de tu voz, tu presencia relajante.   ¡Que nos importaba el sol de las 2!, ¡que nos importaba, ensuciarnos los zapatos!,   si vos y yo, nos mirábamos, y en esa mirada, nos amábamos. ¿Cuantas veces no me senté, en la acera aquella, te pedía agua, tan solo, para a tu lado ver la noche caer? ¿Cuantas veces, no te amé, y te dije "buenas noches", como que si, nunca mas nos volveríamos a ver? Yo me dormía, pronunciando tu nombre, y me despertaba, nombrándolo. A las 7 am... ya estabas trabajando... mientras yo a las 10 am, apenas despertando.   Mi teléfono, tenía un mensaje de

Te deje ir

  Te deje ir. Como se deja ir, en el aire, libre, a una paloma.   Te deje ir, y, como me arrepiento. Y me arrepiento porque soy humano. Mas te solté, cuando eras mía.   Y hoy, que recuerdo, aquel sol de abril, bajo el cielo azul, frente al mar salado.   Supe que serías mía. Ya eras mía. Eras mas mía, que tuya.   Y te deje ir, por que no merecía ser feliz yo, y ser infeliz tú.   Te solté, y el tiempo, me ha dado la razón. Hoy es la vena de Asia, la que ta abraza.   Mas yo, solo soy, una huella quizá, que dejaste,  en la tierra de tu huerto.   La brisa borró la huella. La brisa mojó tu cara, el te preguntó, si algo te pasa. Le dijiste que era una gota de agua.   Pero era una lágrima, seca, que acariciaba tu cara. Mientras tu pie, pisoteaba mi recuerdo en forma de espalda.   Mirarás las flores, esas que mas amas. Y se, que no serias  ni la mitad de feliz, a mi lado.   Te deje ir, te deje ir, con un abrazo, de dolor, y una acaudalada lágrima y te dejé ir, porque te amaba.  

Yo quisiera

    Yo quisiera, encontrar la llave, esa que abre, la puerta de tu placer. Yo quisiera, abrir la puerta, esa, que pueda hacerte querer.   Yo quisiera, poder susurrarte al oído  las palabras que enciendan tu pasión. Yo quisiera, quitarme la vida, si supiera, que para ti, es lo mejor.   Yo quisiera, llevarte a la luna, con un beso dulce y alucinante. Yo quisiera, llevarte al cielo, y en un abrazo, hacerte sentir, lo que yo siento.   Yo quisiera encontrar una manera, para hacerte disfrutar, eso, que es de dos. Yo quisiera, que en un beso a tus ojos, los cierres, como si el sol de besara.   Y, al abrirlos,  te sintieras en un  paraíso, borracha de felicidad, entre mis brazos, ardiendo de pasión, y amor.     Pero sencillamente, no he logrado hacerlo. No puedo. Aunque lo he intentado. Tus ganas de no herirme son mas fuertes, que el despertar de tus deseos.   Hazme ver, la manera. Por favor. Aunque se, que nunca leerás esto.  

Abstracto

  E ntré a la fuente de la dulzura, hacia el placer, te busqué, como un loco, anhelaba, tenerte. Como el ciego, que desea ver.   Temblores corporales, alucinación, deseo, frenesí. He intentado mantenerme a flote, y sabiendo, que merezco morir.  Tal vez, he buscado demasiado, donde es imposible encontrar. He mirado hacia adelante,  para saber que, en efecto, no estás. Busqué el color de tu nombre,  busqué el sabor de la alegría, busqué el sonido suave y delirante, que endulzara tu oído. Pero todo parece haber cambiado. Es igual, y a la vez, diferente. Tanto, que lo que parecía a color, hoy se torna gris. Y ¿de qué sirve, vivir, sin corazón?  Al final, vivir,  pero, ¿por qué? Mis ojos hoy se llenan de lágrimas, lágrimas que crecen al recordar, estos momentos tan bellos,  inauditos, y por ser raros, especiales. No puedo llorar, aunque por dentro, estoy allanado, desbaratado, adolorido. Golpeado, por una expectativa irreal. Sencillamente, no hay nada garantizado. Y me duele, intentar, sin