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Mostrando entradas de 2024

Ella, no es Ella.

 E n su andar, existe un reflejo del pasado, una sombra de lo que me fue añorado.   Su sonrisa, es como la de alguien que alguna vez fue. En su mirada, hay un susurro que me recuerda, a la que alguna vez ame.   Ella, es una extraña en un cuerpo conocido, me lleva de vuelta a un tiempo lejano,  donde fui dueño de un corazón, con el que compartí un sueño y una ilusión.   Donde alguna vez prometí, y no cumplí. Donde mis huellas se borraron en el ocaso del olvido. Pero no es ella, aunque se le parezca, aunque en ella se refleja, aquella que solía ser.   Hay un eco en las paredes del recuerdo, un eco que me devuelve a la que una vez perdí. A través de ella, le hablé a la que ya no es, y aunque estreche su mano, fue solo para volver, al ayer.   Sus manos, son blanquecinas como las nubes, color de la luna, y la piel es suave, con esencia de acebuche.   De otro, ella es, de otro, quizá, o tal vez, pues se que conmigo, nunca podrá ser. Pues el que ya tiene es el único y al que siempre quiere te

Los buenos, siempre mueren

E n el oscuro rincón de su memoria, donde los recuerdos yacen ya sin pena ni gloria, se esconde pues, la tristeza, la desdicha y el desdén, de los buenos amantes, que siempre mueren. Lágrimas de tormento y silencio de desesperanza, acompañan el destino de los corazones nobles, que se entregan amando sin medida, sabiendo que nunca serán suficientes sino pobres. El primer amor, es la sombra que persigue, una marca indeleble en el alma, pues nunca, por más que se desee, se podrá llenar el vacío que la deja socavada. Los buenos, los altruistas, los sacrificados, siempre marchan solos en este mundo, donde por ser buenos, son tomados como absurdo, donde su amor se lo ve cual moribundo. Pues a veces por no decir siempre, el amor de los buenos no es correspondido. Nunca es lo que se espera, pues sabe a poco para quien receta el olvido. Y así, en el ocaso de sus días, se desvanece la luz de su existencia, abrazados por la soledad y el hastío, sabiendo que su destino, fue sellado desde el princi

Yo viajé por estas calles

  Y o viajé por estas calles, una y otra vez.   Viajé, tomando su mano, como si acaso, no hubiera mañana ni ocaso.   Estuve en ese parque, estuvimos en esa banca.   Y si pudiera hablar la banca, diría que hubo veces, donde hablamos tanto y poco, y otras donde hablamos nada.   Donde tan solo conversaban, nuestras miradas.  Donde el tiempo desaperecía, donde mi corazón, de amor se estremecía.   Y hoy, que estoy recordando aquel recuerdo que no volverá,   como el día que pasa y no vuelve, o como la nube que pasa y desaparece,   aquí entre lágrimas secas, y llanto silente,   disimulado de una falsa sonrisa, a veces, sin que ella sepa cuanto me duele,  es la misma noche, son las mismas estrellas, esas, que miraba con ella.   Es el mismo viento que mueve las hojas secas, hojas que sin mas desaparecen muertas.   y todo es igual, solo que ella ya no está.   Sigo anclado a una persona que ya no me quiere, O que quizá nunca me quiso.  Una, por la que todo cuanto pude dí, una, que  ahora, solo es

El amor idealizado

      E n tu mirada de terciopelo, brilla el sol, como la miel, dulce, cálida sensación. En tu abrazo encuentro el Edén, donde perderme es mi eterna ilusión. Tus besos son como gotas de rocío, tocando el sol con dedos de deseo, en tu piel encuentro el paraíso, un lugar donde el tiempo se va sin permiso. ¿Y que seria de mi sin ti? Mi día sería noche, como un barco perdido sin norte, donde el mar y el cielo se funden, en un abrazo eterno, pero sin horizonte. Seria yo como el ave, que con una sola ala, no podría volar, si un día, me llegaras a faltar. Con tu presencia, mi alma se embala, y el universo entero parece danzar. Mi amor hacia vos, es un tesoro, que ni la muerte podrá jamás robar Ahogarme en tus besos, sin decoro, y juntos en el éxtasis nos perderemos, sin final. En tus brazos encuentro mi verdad, en tus ojos, mi razón para amar. Eres mi luz, mi eternidad, juntos, en este amor, siempre habremos de brillar.

Miento

     V i mi reflejo en el espejo. Veo mis pupilas adormecidas.   Veo hacia el recuerdo del ayer, y ahí estas, bella y sublime mujer. A veces despierto con la sensación, de que nos vamos a encontrar. Pareciera estar mi interior convencido, de que aun no estoy en tu olvido. Pero miento. Eso no va a pasar. Ya te perdiste, como la gota de agua,  que se pierde en el mar. Alguien me ha preguntado, por que me veo decaído. Que ha sido el insomnio, he respondido.   Pero miento. Han sido las lágrimas, que colorean mi cara, con lastima.    He clavado mis ojos, en el sol, para fundir tu recuerdo, y encontré mas bien, el girasol.   Aquel girasol que puse en tus manos, y que ya marchito, se funde en mi llanto.   He tomado un lirio que encontré por un jardín, feliz, le he dicho a alguien, que es para ti. Pero miento, entregártelo jamas podría. Pues existe una barrera, que pusiste de noche y de día.  Al lirio lo arrojé, el viento se lo llevó, ojalá por casualidad un pétalo te salude, así como indifere

Cobarde

C omo las nubes en mi triste cielo , que pasando parecen que no se van. Como el rio que fluye y fluyendo, parece que nunca se va. Así, tu recuerdo etéreo y sempiterno me lastima, pues parece que yéndose, nunca se va . No te he visto en muchos días, como cuando una inmensa nube cubre el sol. Tu sombra me dejo sin brillo, triste, como aletargado y caído . Como respirar bajo el mar , como si  miel cayera en mis ojos. Cobarde , te fuiste, y nada mas, Y no volverás jamas. Le tuviste miedo, a la razón. Le tuviste miedo, al amor . Allá te preguntó un amigo, qué nos paso, y le dijiste que no seguimos, y te valió. Cobarde, vos no seguiste . vos, y no se por que. Y, me duele tu recuerdo , y no lo puedo borrar. No puedo respirar. Quiero hacerme el fuerte como vos, pero no lo soy. Cobarde, en nombre de tu libertad, en nombre de tu supuesta paz mental, pague el precio de vivir destrozado , de fingir las sonrisas, para evitar recordar, que no soy amado. Vos andas alegre, sonriente, en el agua, en

Mis lagrimas

  A llá está mi niño, solo y adolorido. Llorando en la oscuridad, un llanto sin velo. Anhelando calor y cariño en un eterno suspiro, pero encontrando nada mas, que un triste vacío. Crecí con la esperanza de encontrar un amor que me hiciera brillar. Pero cada mujer que llegó a mi vida, llegó para dibujarme una inmensa herida, y colorear de tristeza, mis pobres sonrisas. A aquella, le dije adiós, por temor, creyéndome hacerla infeliz, si la retenía junto a mi, a pesar de saber que se llevaba, el corazón expectante en la mano. Y se despidió diciendo que yo era el mas noble mejor hombre. A una tal por cual, le entregue la pasión. Pero no me valoró, mas solo me usó. Me humilló y me pisoteó. Como se pisotea aquello, que es sin valor. Como si tuviera yo que pagar por un error, me dio de beber la copa de la traición. Se burló, se rio, y me ignoró, y llore, no por ella, sino por mi despreciable y enclenque existencia. Y sin embargo, me dijo, que era lo mas hermoso, que jamás conoció, en el univ

Soledad

  A sí, apareciste, como la estrella fugaz, como las luciérnagas en la noche, que aparecen y no se ven. Y que cuando logran aparecer,  desaparecen con desdén y sin piedad.   Cada día y cada noche, mi pensamiento contigo estaba. Cada día y cada noche, tu miraba me cautivaba.   Yo era el viento y vos el mar, yo era la montana y vos el sol. Vos eras el arco iris, y yo los ojos que te contemplaban. Y de que sirve tener ojos, cuando el arcoíris desaparece. Me siento triste y solo. Mi sufrir no se separa del sollozo. Me acostumbre a estar a tu lado, mi vida no tiene sentido sin tu presencia. Estoy solo, con mi triste soledad, y me duele cada lagrima que cae en mi obscuridad.   Como si fueran cataratas abundantes. Como si fuera un nino, que aprende el luto. Como si acaso fuera injusto, ser todo un caballero,  que tiene nada mas, que amor verdadero. Dios mio.  Por que dejas que esta soledad me abrace? Si te he pedido con lagrimas mi anhelo. Pero no me escuchas. Y no me respondes. No soy digno

Triste recuerdo

    E n la penumbra de este mi ser marchito, se oculta un triste recuerdo, un eco de dolor y desolación, que me embriaga como un veneno maldito. Recuerdo el día que me dejaste, como un golpe en lo más profundo, cortando mis sueños en pedazos, y dejando mi corazón desquebrajado y rasgado. Mientras te di amor, al final, recibí desprecio, cosechando lágrimas en lugar de sonrisas, cada gesto de cariño despreciado, cada palabra de amor, ignorada y perdida. Imaginé una eternidad a tu lado, pero decidiste ponerle fin, cerrando precipitadamente la puerta del amor, y abriendo la del olvido sin mirar atrás. Aquí estoy, llorando como un niño perdido. En la oscuridad, ignorado. Recordando los peores momentos de mi vida, y cada instante vivido a tu lado, ahora se convierte, en un triste recuerdo nostálgico. Aquel amor que te tuvimos se desvanece en el viento, como un susurro que se pierde en la nada, y todo cuanto vivimos juntos, se convierte en un triste recuerdo que no volverá.   No volverá, como

Mi dolor

  E n la quietud de la noche, surca mi alma un dolor profundo, como lluvia inesperada, que golpea sin aviso, como lágrimas amargas de un niño perdido, perdido en la vastedad, de lo que ya no esta vivo. Mi dolor, es un eco en la penumbra del tiempo, susurra lamentos en cada latido, como una vela que se apaga en silencio, dejando sombras en un corazón herido. Me duele tu adiós, abrupto y desgarrado, como un rayo que parte en dos el cielo, en el silencio de la noche, ensombrecido, busco tus huellas, tu calor, tu amor desvanecido. ¿Por qué, oh musa, me has destrozado así? ¿Qué hice para merecer este cruel castigo? En la oscuridad de mi tristeza, anhelo tu regreso, para sanar las heridas de este corazón herido. Mi dolor es un grito en la noche sin respuesta, un eco en la eternidad del tiempo perdido, pero aún así, en la profundidad de mi agonía, sigo esperando el retorno de tu amor querido.