Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2015

Porque me acuerdo de ti

 C uando una estrella fugaz  acaricie tus ojos. cuando se haya apagado el dia como el fuego. y un recuerdo,  evoque el pasado en el azul del cielo. entonces, una leve sonrisa tuya o mia, recordará nuestro secreto. Y, pasará. Porque me acuerdo de ti. Porque aunque me hayas olvidado, hay tardes amables. Y aun están las mismas calles, por las que un dia caminamos.  y las camino, solo para recordarte, a mi lado. y sin embargo, es el viento a quien conmigo traigo. Es triste sentir un hueco, en mis adentros. Lleno de tantos  recuerdos que han quedado vacíos, sin ti. Tal vez, un gesto de tu sublime rostro disimule,  que tu corazón en el fondo se estremece. Y en las solitarias noches, mi nombre susurrando pronuncies. Mujer, serena y llena de belleza.  Cuando estés arropada en tu cama, tal vez como yo despiertes, creyendo vivir en el ayer.  y te preguntarás ¿por qué? Como me pregunto yo: y ¿cuándo? y ¿cómo?. lo nuestro terminó.? Y pasará. Si. Porque m

Uvas, Miel y Lágrimas

 U vas. dulces y serenas. No se si era leche. No se si era miel. de tus labios, a los mios. Te quise tanto, que tuve miedo de perderte. Y en mi temor, te perdí para siempre. Uvas, rojas como las rosas, como el rubor natural, de tus mejillas, y los besos que te daba, de mil y una maneras. Yo quería, que tu miel, fuera solo mia. Y que mis brazos te rodearan solo a ti. Como el sol, que rodea la tierra. Y que nuestros besos, fueran como las olas del mar. Que van y vienen, vez tras vez. Pues el mar y sus costas, no se cansan de besar. Pero nuestros deseos, se frustraron, al nunca consumarse. Uvas y miel. para siempre tu, y para siempre yo. Al final, las uvas que me diste con tu boca, se marchitaron cuando te fuiste, y guarde en mi silencio, tu amor. Dejándome asi, una triste vendimia tardía. que me trae tu recuerdo, la única formo que me queda para quererte. Lagrimas nocturnas, que cuando deseo llorar, no puedo y recuerdo, la noche aquell

Ardor

  S oy feliz, solo, cuando hago lo correcto, pero exijo mi muerte, cuando no.   Y, sin embargo, no sucede.  Y la frustración me invade. Alegre está, el amo del escarnio. La rata que logra introducirse, hasta por la mas mínima grieta, y me consume, como la sustancia que corre y carcome mis venas. Feliz ardor, combustible del dolor, inexistente para mi, es el amor. Ira! no la puedo controlar. Hasta que ha pasado cual vendaval. Tú, que hiciste el circulo de la tierra, Y el mismísimo centro del sol, y las estrellas, ¿No ves que no te sirvo?, ¿Para que me quieres aquí? ¿que vez en mi, que se parece a ti? Tu que me creaste. Si, también me puedes destruir. Te pido por favor, me devuelvas  a donde estaba antes, Devuélveme a mi lugar. La inexistencia, porque ese es mi hogar. Y entonces, existiré solo en el pensamiento cansado. En un recuerdo,  tal vez,  ya olvidado. de aquella, a la que pude hacer feliz. Y nada mas. Y tal vez lo s

Fuego

D uermo, en una cama de fuego. una que tiene espinas, y desconsuelo. En mi interior, yo siento, de magmar toneladas. Y arde. Como los besos que una vez desee Y sencillamente, no pude contener. Porque no eran míos, mas pretendían serlo. Mientras una parte de mi, me dice: calma, la otra me grita: ¡calla, y mata!. Y no puedo encontrar quietud, aunque a lo alto hago solicitud. Y el mar que es mi amigo, hoy, no me da su paz. sino una templanza destructiva, que me hace trastabillar. Es como saber que uno esta en un abismo, hasta que siente, que caé, en la inmensidad del vacío. Como el espacio, que no hace lugar para el algo, aunque si lo hace, para la nada. Oh!, mi caer. ¡cuán estrepitoso es!. Porque mi espíritu todo, ha salido. Las palabras necias, hacen eco en mis oídos, y mi mente retiene su sonido. Como la prosa que reta a la guerra, nublandome el paso y cegandome el juicio. Como la hormiga que camina sin ver,  y no sabe por donde, o hacia dond