La vida, se va como el tiempo.
Como ceniza en mi mano,
arrebatada por el viento.
Todo, por el beso que nos dimos con exceso.
Tu no sabes lo que siento,
al ver tu espalda brillosa,
frente a mis ojos,
que adornarían mis tristes prosas.
Y saber que no puedo,
y no debo mirarte,
como te miro,
Se que no debo hacerlo.
Por que seria, como caminar por un sendero,
estrecho, que no lleva a ningún lado.
Seria como naufragar,
en las costas secas de un mar.
Pero es natural, el que,
semejante fuego nuestro,
terminese acabando en ceniza,
mas es el espacio lo que lo eterniza.
Y ahora, sin embargo,
durara mas la ceniza siendo ceniza,
que lo que duró
nuestro fuego ardiente siendo pasión.
Sentir cual sed insaciable,
en este inmenso desierto,
gélido por las noches,
haciéndome su prisionero.
Desear aquello que nunca fue mio,
pero lo fue. Y dejarlo correr,
como agua entre las manos,
que no se puede retener.
Y si puedes sentir
la lluvia caer en tu rostro,
no es lluvia amiga mia,
son mis lagrimas, que caen por tí.
Lagrimas que repentinamente,
parecen combustible que desean,
avivar el fuego que un dia fue,
pero que ahora no es mas que ceniza.
Digo amiga, aunque dicen,
Digo amiga, aunque dicen,
que un hombre y una mujer,
que se consumieron en fuego,
no podrían ser solo amigos.
Y es que tal vez nos haga daño,
ser solo amigos.
Porque llevo tatuados,
en mi piel todos tus besos.
Y todavía siento tu aroma,
y todavía sueño despierto,
y ese es mi lamento,
saber que nunca mas estaremos.
Saber, que la luna, estara bella y tierna,
como tu, y que tendré que admirarla, sin ti.
Y que dolor amiga, que tu estes desde cualquier lado
viéndola también, pero sin mí.
Saber que hoy solo queda,
un triste rastro de lo que fue y pudo ser,
pero que no siendo lo fue.
Y recuerdo la primera vez que te dije que de ti me enamoré.
Y, ¿quien hay que me ayude, si no tu?
¿A llenar el espacio de tu color,
a pintarle tu sonrisa a las flores,
las nubes, las estrellas y el sol?
Y tal vez los ojos verdes,
puedan mas que un noble corazón.
Pero se que perdí, se que te perdi,
en el mismo momento que callé.
Mi ilusion y sueños,
acabaron con tu adios.
Mas ironico es,
saber, que juntos pudimos decirle adios, a este espacio de tierra.
Porque todo lo que deseabas,
era yo. Perdón.
Yo te rechaze, por temor,
o no se, si fue por amor.
Pero si te veo,
quiero que sepas,
que te quiero dar un beso,
y que espero, que tus manos esten llenas siempre de rosas.
Rosas, blancas como las mias,
esas que hoy ya estan marchitas.
Y de uvas rojas, como las
que pusiste en mi boca.
Tal vez seremos,
tan solo desconocidos.
Como en una cercanía,
que entre mas se acerca, mas se aleja.
Por que la sombra de tus besos,
me seguirán cuando mis labios,
se junten a otra boca,
Pues es en ti donde mis deseos desembocan.
Y se me va la vida y con ella tú,
y aunque mis manos arden por el fuego que dejaste,
hoy te digo adios, a ti y al beso excelso,
y a este corazón cuyo deseo truncaste.
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