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Yo viajé por estas calles

 
Yo viajé por estas calles,
una y otra vez.
 
Viajé, tomando su mano,
como si acaso, no hubiera mañana ni ocaso.
 
Estuve en ese parque,
estuvimos en esa banca.
 
Y si pudiera hablar la banca,
diría que hubo veces,

donde hablamos tanto y poco,
y otras donde hablamos nada.
 
Donde tan solo conversaban,
nuestras miradas. 

Donde el tiempo desaperecía,
donde mi corazón, de amor se estremecía.
 
Y hoy, que estoy recordando
aquel recuerdo que no volverá,
 
como el día que pasa y no vuelve,
o como la nube que pasa y desaparece,
 
aquí entre lágrimas secas,
y llanto silente,
 
disimulado de una falsa sonrisa,
a veces, sin que ella sepa cuanto me duele, 

es la misma noche, son las mismas estrellas,
esas, que miraba con ella.
 
Es el mismo viento que mueve las hojas secas,
hojas que sin mas desaparecen muertas.
 
y todo es igual,
solo que ella ya no está.
 
Sigo anclado a una persona que ya no me quiere,
O que quizá nunca me quiso. 

Una, por la que todo cuanto pude dí,
una, que  ahora, solo es feliz sin mí.
 
Me dio lo que quiso,
Y todo cuanto hice fue amarla con locura.
 
Darle calor y ternura,
a una bella y buena mujer...

...que no sabe amar, y nunca lo sabrá.
Una que desapareció así, a como llegó.
 
Yo viajé con ella por esas calles de Matagalpa,
viajamos al atardecer, viajamos al amanecer. 

Y deben entender, hermanos míos, ella, es un noble ser,
pero, no sabe amar, esa mujer.
 
Pues, por la forma en que me dijo adiós,
partiéndome injustamente el corazón en dos,
 
no se quién fue,
o quién es, a día de hoy.

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