Tu eres agua dulce,
que debe correr.
Eres trozo de recuerdo,
guardado en mi entero ser.
Debes irte ya de mí,
y para siempre no volver.
Como si tu volvieras,
una y otra vez...
Mas mi yo interior,
es quien te llama,
por que tal vez,
todavía te ama.
Tu eres el agua calma,
que pasó por mi desierto,
dejó una senda suave,
y flores de múltiples colores.
Hoy no queda nada,
solo el recuerdo,
de lo que un día fue,
Debes irte.
Eres el agua que pasa,
Eres trozo de recuerdo,
guardado en mi entero ser.
Debes irte ya de mí,
y para siempre no volver.
Como si tu volvieras,
una y otra vez...
Mas mi yo interior,
es quien te llama,
por que tal vez,
todavía te ama.
Tu eres el agua calma,
que pasó por mi desierto,
dejó una senda suave,
y flores de múltiples colores.
Hoy no queda nada,
solo el recuerdo,
de lo que un día fue,
Debes irte.
Eres el agua que pasa,
y fluyendo parece que no pasa.
Por que te vas sin irte.
Mas en silencio yo digo, a grito partido:
¡No te vayas y quédate para siempre conmigo!
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