Ir al contenido principal

Ellos y alguien mas

  
 Se del dolor que se siente.
Se que cuesta poder tenerte.
Se que hubo días que mientras abrazabas,
También en alguien mas pensabas.
 
Ellos fueron los que una vez,
te hicieron sonreír.
Ellos, alguna vez,
te llevaron a la luna.
 
El primero, te dio tu primer beso, quizás.
Te abrazó como nadie jamás.
Te insinuó su leve ansiedad.
Te llevo caramelos y fue a verte bailar.
 
Se del dolor que se siente.
El recuerdo, el sol, el aire.
Todo aquello, que te recuerda,
acaso un lindo pasado.
 
El tercero, fue el amigo de la juventud,
dices que nadie es vencedor, 
si nunca perdió algo, para ganar.
El te robo un beso.
 
Mientras abrazabas a alguien mas,
pensabas tal vez, en el.
las viajes con el bus, su barbería
El tequierote.
 
El cuarto, fue el de los 19,
su historia de buen padre,
y de recuperador de mujer extrema,
su moto, su barba, su cuerpo.
 
Sus ojos, pero sobre todo,
su voz. Estupefacta.
Fue para ti, como una ilusión, 
Y era lindo hablar con el.
 
Y pasó... 

Se del dolor que se siente,
recordar a cada uno de ellos.
Se lo difícil que es tenerte.
Se que duele, el recuerdo.
 
Y que cada uno sacó lo mejor de ti,
solo tu lo sabes.
Y si es así,  me da igual, porque ellos, 
siguen siendo lo que son.

Esta vida, es un libro,
con hojas en blanco.
esperando ser escritas 
por nuestras manos,
 nuestras lagrimas y sonrisas.
 
Del segundo,
¿para que voy a habar?
Si ha sido el mejor,
o el peor.

Si alguna vez conquistó tu corazón,
si es lo mejor que te paso en la vida...
si aun estás enamorada de el,
o si mas bien, nunca lo estuviste.

Se del dolor que se siente,
haber sido el segundo, 
y a la vez, saber que
vienen mas..

Se del dolor que se siente,
ver hacia el lago,
y verte a ti, andando en bicicleta,
visitar ese mismo lago, y ver que no estás.

Se de mis lagrimas,
derramadas ante ti,
cual cascadas que desncansan 
en el inmenso mar.

Al final,
este viaje ha sido,
de ellos, y de alguien mas.
 
 
 
 
 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo viajé por estas calles

  Y o viajé por estas calles, una y otra vez.   Viajé, tomando su mano, como si acaso, no hubiera mañana ni ocaso.   Estuve en ese parque, estuvimos en esa banca.   Y si pudiera hablar la banca, diría que hubo veces, donde hablamos tanto y poco, y otras donde hablamos nada.   Donde tan solo conversaban, nuestras miradas.  Donde el tiempo desaperecía, donde mi corazón, de amor se estremecía.   Y hoy, que estoy recordando aquel recuerdo que no volverá,   como el día que pasa y no vuelve, o como la nube que pasa y desaparece,   aquí entre lágrimas secas, y llanto silente,   disimulado de una falsa sonrisa, a veces, sin que ella sepa cuanto me duele,  es la misma noche, son las mismas estrellas, esas, que miraba con ella.   Es el mismo viento que mueve las hojas secas, hojas que sin mas desaparecen muertas.   y todo es igual, solo que ella ya no está.   Sigo anclado a una persona que ya no me quiere, O que quizá nunca me quiso.  Una, por la que todo cuanto pude dí, una, que  ahora, solo es

Los buenos, siempre mueren

E n el oscuro rincón de su memoria, donde los recuerdos yacen ya sin pena ni gloria, se esconde pues, la tristeza, la desdicha y el desdén, de los buenos amantes, que siempre mueren. Lágrimas de tormento y silencio de desesperanza, acompañan el destino de los corazones nobles, que se entregan amando sin medida, sabiendo que nunca serán suficientes sino pobres. El primer amor, es la sombra que persigue, una marca indeleble en el alma, pues nunca, por más que se desee, se podrá llenar el vacío que la deja socavada. Los buenos, los altruistas, los sacrificados, siempre marchan solos en este mundo, donde por ser buenos, son tomados como absurdo, donde su amor se lo ve cual moribundo. Pues a veces por no decir siempre, el amor de los buenos no es correspondido. Nunca es lo que se espera, pues sabe a poco para quien receta el olvido. Y así, en el ocaso de sus días, se desvanece la luz de su existencia, abrazados por la soledad y el hastío, sabiendo que su destino, fue sellado desde el princi

Triste recuerdo

    E n la penumbra de este mi ser marchito, se oculta un triste recuerdo, un eco de dolor y desolación, que me embriaga como un veneno maldito. Recuerdo el día que me dejaste, como un golpe en lo más profundo, cortando mis sueños en pedazos, y dejando mi corazón desquebrajado y rasgado. Mientras te di amor, al final, recibí desprecio, cosechando lágrimas en lugar de sonrisas, cada gesto de cariño despreciado, cada palabra de amor, ignorada y perdida. Imaginé una eternidad a tu lado, pero decidiste ponerle fin, cerrando precipitadamente la puerta del amor, y abriendo la del olvido sin mirar atrás. Aquí estoy, llorando como un niño perdido. En la oscuridad, ignorado. Recordando los peores momentos de mi vida, y cada instante vivido a tu lado, ahora se convierte, en un triste recuerdo nostálgico. Aquel amor que te tuvimos se desvanece en el viento, como un susurro que se pierde en la nada, y todo cuanto vivimos juntos, se convierte en un triste recuerdo que no volverá.   No volverá, como