"¿A donde se fué?
Aquel sentimiento que era tuyo,
y también era mio,
¿Adonde se fue?"
Le preguntó, con una lagrima en la boca.
y la pregunta, siguió en al aire,
sin conocer respuesta.
Como hablándole a una roca.
En el espacio vacío,
solo quedaban los sonidos,
de las bocas húmedas,
juntas, vacilantes y libidinosas.
La mariposa de la primavera,
la amarilla aquella,
hoy sin un ala vuela,
y cae un la profundidad acuosa.
"¿A dónde se ha ido?," insistió,
y agarrole sus prendas
de vestir exteriores.
Fue para ella, demasiado frustrante.
"De repente desapareció,
o mas bien esta contenido,
en un precipicio".
El respondió, como responde el hielo.
Y sin saberlo, hablaba, palabras de amor.
Ella y su tímida desesperación.
Fue imposible impedirle que se marchara.
Aguantando cada minuto, y cada segundo.
Hasta que como neblina desapareció,
como de repente, la tarde ya no es tarde,
y uno se da cuenta que se ha ido,
por que todo se ha vuelto oscuro.
Y lo que pudo ser no fue,
porque así sería mejor,
porque la mariposa misma voló,
y nunca mas regresó.
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