Ir al contenido principal

Fuego


Duermo, en una cama de fuego.
una que tiene espinas, y desconsuelo.

En mi interior, yo siento,
de magmar toneladas. Y arde.

Como los besos que una vez desee
Y sencillamente, no pude contener.

Porque no eran míos,
mas pretendían serlo.

Mientras una parte de mi, me dice: calma,
la otra me grita: ¡calla, y mata!.

Y no puedo encontrar quietud,
aunque a lo alto hago solicitud.

Y el mar que es mi amigo,
hoy, no me da su paz.

sino una templanza destructiva,
que me hace trastabillar.

Es como saber que uno esta en un abismo,
hasta que siente, que caé, en la inmensidad del vacío.

Como el espacio, que no hace lugar para el algo,
aunque si lo hace, para la nada.

Oh!, mi caer. ¡cuán estrepitoso es!.
Porque mi espíritu todo, ha salido.

Las palabras necias, hacen eco en mis oídos,
y mi mente retiene su sonido.

Como la prosa que reta a la guerra,
nublandome el paso y cegandome el juicio.

Como la hormiga que camina sin ver,
 y no sabe por donde, o hacia donde.

O como el murciélago que por ser ciego,
se estrella a las rocas cuando el sol,

ya viejo, y mudo, le avisa tan solo,
con un radiante destello, que es de otro mundo.

Vida, sírvete mi vida abandonar.
Porque solo así, no habría vergüenza en mi,

Y podría dejar de hacerle mal,
a aquel dulce ser a quien supuestamente amo.

Ese que es un lucero,
en mi gris y triste cielo.

Ese que tal vez , me ayudaría,
a levantarme de este sucio suelo.

Porque, si de mi se arrancara la vida,
entonces aquellos que me rodean llorarían,

solo por un momento, y no hasta que no exista mas el tiempo.
Como evocando el recuerdo.

Y si se me pudiera arrancar el corazón,
que no se lo den a quien uno necesite.

Porque lo que le donaría, entonces sería,
odio y rencor hacia esta vida.

Tal vez el vengarse. No se de quien,
o el repudio. y el dolor resegado hacia algo.

Algo, que parece perdido, y que aun estoy buscando,
pero que no se encontrar, por que jamas fue mio. Y nunca lo será.

Mientras tanto, el fuego,
que solo yo siento, ardiendo seguirá en mis adentros,

punzandome el corazón,
como estocadas de espinas, y llamaradas de desconsuelo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo viajé por estas calles

  Y o viajé por estas calles, una y otra vez.   Viajé, tomando su mano, como si acaso, no hubiera mañana ni ocaso.   Estuve en ese parque, estuvimos en esa banca.   Y si pudiera hablar la banca, diría que hubo veces, donde hablamos tanto y poco, y otras donde hablamos nada.   Donde tan solo conversaban, nuestras miradas.  Donde el tiempo desaperecía, donde mi corazón, de amor se estremecía.   Y hoy, que estoy recordando aquel recuerdo que no volverá,   como el día que pasa y no vuelve, o como la nube que pasa y desaparece,   aquí entre lágrimas secas, y llanto silente,   disimulado de una falsa sonrisa, a veces, sin que ella sepa cuanto me duele,  es la misma noche, son las mismas estrellas, esas, que miraba con ella.   Es el mismo viento que mueve las hojas secas, hojas que sin mas desaparecen muertas.   y todo es igual, solo que ella ya no está.   Sigo anclado a una persona que ya no me quiere, O que quizá nunca me quiso.  Una, por la que todo cuanto pude dí, una, que  ahora, solo es

Los buenos, siempre mueren

E n el oscuro rincón de su memoria, donde los recuerdos yacen ya sin pena ni gloria, se esconde pues, la tristeza, la desdicha y el desdén, de los buenos amantes, que siempre mueren. Lágrimas de tormento y silencio de desesperanza, acompañan el destino de los corazones nobles, que se entregan amando sin medida, sabiendo que nunca serán suficientes sino pobres. El primer amor, es la sombra que persigue, una marca indeleble en el alma, pues nunca, por más que se desee, se podrá llenar el vacío que la deja socavada. Los buenos, los altruistas, los sacrificados, siempre marchan solos en este mundo, donde por ser buenos, son tomados como absurdo, donde su amor se lo ve cual moribundo. Pues a veces por no decir siempre, el amor de los buenos no es correspondido. Nunca es lo que se espera, pues sabe a poco para quien receta el olvido. Y así, en el ocaso de sus días, se desvanece la luz de su existencia, abrazados por la soledad y el hastío, sabiendo que su destino, fue sellado desde el princi

Triste recuerdo

    E n la penumbra de este mi ser marchito, se oculta un triste recuerdo, un eco de dolor y desolación, que me embriaga como un veneno maldito. Recuerdo el día que me dejaste, como un golpe en lo más profundo, cortando mis sueños en pedazos, y dejando mi corazón desquebrajado y rasgado. Mientras te di amor, al final, recibí desprecio, cosechando lágrimas en lugar de sonrisas, cada gesto de cariño despreciado, cada palabra de amor, ignorada y perdida. Imaginé una eternidad a tu lado, pero decidiste ponerle fin, cerrando precipitadamente la puerta del amor, y abriendo la del olvido sin mirar atrás. Aquí estoy, llorando como un niño perdido. En la oscuridad, ignorado. Recordando los peores momentos de mi vida, y cada instante vivido a tu lado, ahora se convierte, en un triste recuerdo nostálgico. Aquel amor que te tuvimos se desvanece en el viento, como un susurro que se pierde en la nada, y todo cuanto vivimos juntos, se convierte en un triste recuerdo que no volverá.   No volverá, como