Uvas. dulces y serenas.
No se si era leche.
No se si era miel.
de tus labios, a los mios.
Te quise tanto,
que tuve miedo de perderte.
Y en mi temor,
te perdí para siempre.
Uvas, rojas como las rosas,
como el rubor natural,
de tus mejillas,
y los besos que te daba,
de mil y una maneras.
Yo quería, que tu miel,
fuera solo mia.
Y que mis brazos te rodearan
solo a ti.
Como el sol,
que rodea la tierra.
Y que nuestros besos,
fueran como las olas del mar.
Que van y vienen,
vez tras vez.
Pues el mar y sus costas,
no se cansan de besar.
Pero nuestros deseos, se frustraron,
al nunca consumarse.
Uvas y miel.
para siempre tu, y para siempre yo.
Al final, las uvas que me diste
con tu boca, se marchitaron
cuando te fuiste,
y guarde en mi silencio, tu amor.
Dejándome asi,
una triste vendimia tardía.
que me trae tu recuerdo,
la única formo que me queda para quererte.
Lagrimas nocturnas,
que cuando deseo llorar,
no puedo y recuerdo,
la noche aquella
en el parque, donde hablamos,
de lo que pudimos ser,
sin nunca serlo.
Pero no fue. Y jamás será.
Lagrimas que ahora salen,
sin querer. Vendimia dulce.
Miel de abeja,
tu fuiste mi princesa.
Y el tiempo que pasó,
me permitió verte de nuevo.
Y al hacerlo, recordé la miel que
habia en tus ojos.
Y ahí estabas,
viniendo, o yendo,
no sé de donde,
no sé hacia donde,
Tampoco se con quien,
y poco me importa.
Nuestro tiempo, al final,
fue nuestro, y nada mas.
Y sigo fingiendo
que no me interesa verte pasar.
y sigo fingiendo que no te quiero besar.
porque supuestamente...
... ya no estas aquí dentro.
porque un dia te amé,
con lagrimas, uvas y miel
y nunca mas, de ti volvere a saber.
No se si era leche.
No se si era miel.
de tus labios, a los mios.
Te quise tanto,
que tuve miedo de perderte.
Y en mi temor,
te perdí para siempre.
Uvas, rojas como las rosas,
como el rubor natural,
de tus mejillas,
y los besos que te daba,
de mil y una maneras.
Yo quería, que tu miel,
fuera solo mia.
Y que mis brazos te rodearan
solo a ti.
Como el sol,
que rodea la tierra.
Y que nuestros besos,
fueran como las olas del mar.
Que van y vienen,
vez tras vez.
Pues el mar y sus costas,
no se cansan de besar.
Pero nuestros deseos, se frustraron,
al nunca consumarse.
Uvas y miel.
para siempre tu, y para siempre yo.
Al final, las uvas que me diste
con tu boca, se marchitaron
cuando te fuiste,
y guarde en mi silencio, tu amor.
Dejándome asi,
una triste vendimia tardía.
que me trae tu recuerdo,
la única formo que me queda para quererte.
Lagrimas nocturnas,
que cuando deseo llorar,
no puedo y recuerdo,
la noche aquella
en el parque, donde hablamos,
de lo que pudimos ser,
sin nunca serlo.
Pero no fue. Y jamás será.
Lagrimas que ahora salen,
sin querer. Vendimia dulce.
Miel de abeja,
tu fuiste mi princesa.
Y el tiempo que pasó,
me permitió verte de nuevo.
Y al hacerlo, recordé la miel que
habia en tus ojos.
Y ahí estabas,
viniendo, o yendo,
no sé de donde,
no sé hacia donde,
Tampoco se con quien,
y poco me importa.
Nuestro tiempo, al final,
fue nuestro, y nada mas.
Y sigo fingiendo
que no me interesa verte pasar.
y sigo fingiendo que no te quiero besar.
porque supuestamente...
... ya no estas aquí dentro.
porque un dia te amé,
con lagrimas, uvas y miel
y nunca mas, de ti volvere a saber.
¡Muy bonito!
ResponderEliminarGracias.!
Eliminar