En la quietud de la noche,
surca mi alma un dolor profundo,
como lluvia inesperada,
que golpea sin aviso,
como lágrimas amargas de un niño perdido,
perdido en la vastedad, de lo que ya no esta vivo.
Mi dolor, es un eco en la penumbra del tiempo,
susurra lamentos en cada latido,
como una vela que se apaga en silencio,
dejando sombras en un corazón herido.
Me duele tu adiós, abrupto y desgarrado,
como un rayo que parte en dos el cielo,
en el silencio de la noche, ensombrecido,
busco tus huellas, tu calor, tu amor desvanecido.
¿Por qué, oh musa, me has destrozado así?
¿Qué hice para merecer este cruel castigo?
En la oscuridad de mi tristeza, anhelo tu regreso,
para sanar las heridas de este corazón herido.
Mi dolor es un grito en la noche sin respuesta,
un eco en la eternidad del tiempo perdido,
pero aún así, en la profundidad de mi agonía,
sigo esperando el retorno de tu amor querido.
surca mi alma un dolor profundo,
como lluvia inesperada,
que golpea sin aviso,
como lágrimas amargas de un niño perdido,
perdido en la vastedad, de lo que ya no esta vivo.
Mi dolor, es un eco en la penumbra del tiempo,
susurra lamentos en cada latido,
como una vela que se apaga en silencio,
dejando sombras en un corazón herido.
Me duele tu adiós, abrupto y desgarrado,
como un rayo que parte en dos el cielo,
en el silencio de la noche, ensombrecido,
busco tus huellas, tu calor, tu amor desvanecido.
¿Por qué, oh musa, me has destrozado así?
¿Qué hice para merecer este cruel castigo?
En la oscuridad de mi tristeza, anhelo tu regreso,
para sanar las heridas de este corazón herido.
Mi dolor es un grito en la noche sin respuesta,
un eco en la eternidad del tiempo perdido,
pero aún así, en la profundidad de mi agonía,
sigo esperando el retorno de tu amor querido.
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