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Ella sigue en mi mente



Ella, ella sigue en mi mente.
Es como ver directo al sol.
y tener su luz adherida a mi ojo.

Sin importar que éste se cierre.

Sin importar adónde míre.
Ella sigue en mi mente.
En mi bosque mental.

A la par de una fuente...
...Le veo, como si ella fuera agua,
y yo, sediento de sus besos.

Ella tiene una mirada hermosa.
Ella es la version de una melodia inédita,
que a veces se ignora.

Ella es tierna y a la vez odiosa.

Hoy no puedo menos que pensarle.
Este sentimiento cada vez se hace grande.
Pero de nuevo me repito: "No quiero fallarme".

Mil suspiros me abrazan,
y en mi sufrir desesperado,
recuerdo, su cabello negro, a veces rizado...

...y otras, enmarañado.
A veces amarrado tan alto,
como el cielo bello.


O como dos nubes que descienden,
en forma de melena.
Y con olor a azucenas.

Las siluetas de sus cejas,
son como caminos que te llevan a dos estrellas.
Dos estrellas que se llaman como ella.

Y cada una de sus pestañas,
son un poema de amor.
Son dulces de miel, son versos de ángeles.

Sus ojos son como dos luceros,
en la noche, tan sublimes, tan especiales.
Tan vivos que le darian vida, a los tristes mios.

Yo no sé si son cafés,
o de color miel.
Pero hay un paraíso en su mirar.

Y agita mi palpitar.

Su piel es como un baño de leche.
Su piel, es como terciopelo.
Su imagen es como ver pequeños cirros a las 6.

Ella tiene algo en sus ojos.
Inocencia, tal vez.
Dulzura, quizás.

Es como una combinacion,
entre lo atrevido,
y lo sumiso, algo tierno e intenso.

Su mirada es luz de sol,
que penetra en la ventana oscura de mi ser,
donde ninguna luz podria llegar, salvo la de ella.

He aquí un beso.
Si lo aceptas moriré en paz.
 Y tomaré tu mano, para que en ella, recojamos el mar.
Porque cuando ella fue concevida,
se concivieron tambien,
las galaxias del universo.

Las estrellas, y las diadémas,
nacieron con ella, y desde entonces,
 las lleva en su cabeza.


Porque las gaviotas, y la luna de plata.
Fueron formadas a la vez que ella.
 Y aunque parezca ella de plata, es de oro su corazón.

Al cual, nunca tendré.
Quizá llegué tarde a su vida.
O, apareció, tan así.... de repente, en la mía.

Y talvez nunca la tendré,
rodeada de mis brazos.
Quizá jamás pueda contarle de mi triste pasado.

Ella sigue en mi mente. Y seguirá.
Y me pregunto: ¿dónde estaba,
hace años? ¿Por qué nunca te ví?

Y hoy tal vez tengas que alejarte de mí.
Y mis besos besarán a otra.
Mas en mi mente creeré besarte a ti.

Y Saber que le tengo cerca,
y que hablarle me hace daño,
porque es un imposible.

Pero nunca le tendré.
Le quiero, y no puedo quererte.
Le deseo, y no puedo tenerte.

Y sin embargo, de lunes a  viernes...

 ...entre  las 5 y las 6, yo extraño a esa mujer. 

Y asi seguirá, en mi mente. . Por siempre.

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