Sea hallada bendita,
el alma humana,
que vuela, como vuela el águila.
Abre sus alas,
y con sus ojos logra ver,
mas allá que tú y mas allá que yo.
el alma humana,
que vuela, como vuela el águila.
Abre sus alas,
y con sus ojos logra ver,
mas allá que tú y mas allá que yo.
Vivir, vivir y nunca morir.
Por siempre existir en tí.
Y reposar en el universo inmenso.
Un sueño inconcluso,
consumado en mi mente,
y en la tuya no.
Por siempre existir en tí.
Y reposar en el universo inmenso.
Un sueño inconcluso,
consumado en mi mente,
y en la tuya no.
Ver desde lejos,
aquella lágrima y aquel gemir.
Tener el sabor de tu boca en mí.
Tener el sabor de tu boca en mí.
Se convirtió pues, nuestra historia,
en una pírrica victoria,
para el eterno olvido.
Volar, volar, como vuela el águila,
sin cansarse, ni estar triste.
Sea hallada bendita el águila.
Porque se olvida de la tempestad,
porque alto vuela,
y no repara en temor.
Y aunque sea triste el recordar,
tienes que ser como el águila,
que no mira hacia atrás.
Porque mientras ella desaparezca,
con las nubes de los cielos,
en mi mente parecerá como que no se va.
Me quedaré perdido en mi mirar, hacia el cielo.
Y tu recuerdo inverosímil,
seguirá en mis adentros.
Porque se olvida de la tempestad,
porque alto vuela,
y no repara en temor.
Y aunque sea triste el recordar,
tienes que ser como el águila,
que no mira hacia atrás.
Porque mientras ella desaparezca,
con las nubes de los cielos,
en mi mente parecerá como que no se va.
Me quedaré perdido en mi mirar, hacia el cielo.
Y tu recuerdo inverosímil,
seguirá en mis adentros.
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