“Como un río de sangre, así son las decepciones, idea tras idea, meta
tras meta un sueño inalcanzable, y ese frío recuerdo del adiós,
acaudalado de sangre proveniente de esas tristes y grises memorias”
Y pensar, y pensar, que ya no necesito mas ese eterno castigo que me condenaba, me agrietaba la cien, y los ojos hipnotizados, de ver tanta sangre caer y caer y caer, como si fueran las decepciones del pasado unas tales memorias grabadas en láminas de rocas, convertidas en en ríos de sangre, cuyo gemido pusilánime, expiro ya su ultimo aliento. Y con ello ver que aquello que pudo ser no fue mas. En el río, nadando bajo y ahogándose en lo seco, ojos desgarrados, sangre, y olor a plasma, olor putrefacto, lagrimas que se convierten en sangre e hicieron un río interminable, que bueno que eso pasara era justo lo que nadie esperaba, y sin saber fue lo mejor.
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