Una de esas tardes tristes y normales
grises y a la ves espectaculares,
apareció, como de la nada,
tímida y segura: la perfecta puñalada.
Se volvió entonces mi memoria, de ella aficionada,
en menos de un suspiro,
en menos de un segundo.
Nada fue semejante en el pasado
y nada volverá a igualarlo,
aunque sí, es posible, alguien ha de superarlo.
Porque el ayer no vive, se ha borrado.
grises y a la ves espectaculares,
apareció, como de la nada,
tímida y segura: la perfecta puñalada.
Se volvió entonces mi memoria, de ella aficionada,
en menos de un suspiro,
en menos de un segundo.
Nada fue semejante en el pasado
y nada volverá a igualarlo,
aunque sí, es posible, alguien ha de superarlo.
Porque el ayer no vive, se ha borrado.
Mas las memorias del pasado
recordando el fuego atroz
de mis ojos tocándole, fui precoz
pero el deseo creció tan veloz
que apenas escuché esa pequeña voz
diciéndome que No.
Y el tiempo pasó
como las nubes del cielo que nos pasan,
como se aleja la tarde sutilmente,
para dar paso a la noche.
recordando el fuego atroz
de mis ojos tocándole, fui precoz
pero el deseo creció tan veloz
que apenas escuché esa pequeña voz
diciéndome que No.
Y el tiempo pasó
como las nubes del cielo que nos pasan,
como se aleja la tarde sutilmente,
para dar paso a la noche.
Era sublime el brillo de su piel
casi inexistente;
¿era o no un sueño?
Era una fantasía casi real...
Pero al final, no había nada,
era la mujer de mi mente materializada,
si creo que en efecto era ella
era mi idea clonada, pero al final fue algo y a la vez nada.
Y pude incursionar los laureles de su vientre,
los bosques de su cabello,
los laberintos de su cuello,
casi inexistente;
¿era o no un sueño?
Era una fantasía casi real...
Pero al final, no había nada,
era la mujer de mi mente materializada,
si creo que en efecto era ella
era mi idea clonada, pero al final fue algo y a la vez nada.
Y pude incursionar los laureles de su vientre,
los bosques de su cabello,
los laberintos de su cuello,
besos tan recónditos y severos.
Un dulce manjar del rey
Un dulce manjar del rey
satisfechos mis deseos y mis sentimientos,
en el abstracto y erótico pensamiento,
que hacia estremecerme de pasión, lento, lento.
que hacia estremecerme de pasión, lento, lento.
Manojo de nervios
enjambres de impulsos
quiso abalanzarse sobre mi;
interna la cobija, extrema la estrechez, oh si!
Y en medio del abandonado desierto de mi mente
estaba mi corazón desolado en la lejanía de lo real,
fuiste tan especial y a la vez letal
fuiste el espejismo de agua ante la sed, y al final no había nada.
Y frente a las aguas de ese mar
Y en medio del abandonado desierto de mi mente
estaba mi corazón desolado en la lejanía de lo real,
fuiste tan especial y a la vez letal
fuiste el espejismo de agua ante la sed, y al final no había nada.
Y frente a las aguas de ese mar
jamás pensé que la vida me permitiría
semejante ilusión vana
tan efímera y tan lejana
Pero de todas formas ahí estaba
el gemido cansado y jadeante,
el gemido cansado y jadeante,
el incapaz poder de detenerle;
un placer clandestino con besos de leche.
.un placer clandestino con besos de leche.
Y el abrazo perverso
triturador de besos
y lo que pareció ser eterno
se desvanecio como la vida se desvanece en el infierno.
Pero fue luz en un oscuro tunel
que jamás existió,
¡Rayos! Parecía real, pero no era adecuada
porque al final, no había nada.
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