Me pediste que no te llorara,
y esperamos el mejor momento
y en realidad jamas llegamos a amarnos,
como debíamos, podíamos y deseábamos,
Y en mi espera te busqué y te dejé,
y ahora estoy aquí imaginándote junto a mi,
a pesar de saber que es ya demasiado tarde,
porque eso que un dia quisimos y pensamos, jamás pasó.
Y los pensares de tantos amigos en común,
eran bonitos, eran millares de soñadores,
y me preguntaba ¿eras la que mi corazón de veras deseaba?
Si, te soñaba, te extrañaba, sin conocerte.
Y era todo o nada y hasta aceptaba,
tus cosas bellas como tus ojos y tu sonrisa,
tu cuerpo y tus manos, tus enojos y tristezas,
tus gritos y tu silencio.
Y en la espera, para mí,
que en realidad para ti, era
una no espera,
resulto todo como sorpresa.
Como saldar una deuda,
y tal vez hubo zozobra,
y una noche antes,
mis parpados apenas se juntaron,
Y me pregunto vez tras vez,
¿porque sin llegar al menos a conocernos,
nos quisimos tanto tanto,
como dos locos, intenso, intenso?
Pero nos supimos
el sabor de nuestros besos,
y el calor de nuestros brazos,
que como brazas ardientes, nos quemaba el pecho.
Olores de tu piel,
fresca, como una fresa, bella
pero a la vez ajena,
porque jamás pasó, el pronunciarte por fin mía.
Estabas enamorada de mi,
yo era tu amado de aquella hora,
y otras miles, y en mis deseos de tomar tus manos,
fui quien la ilusión abandonó,
y vivir juntos por siempre...
jamas pasó.
Extraordinario, sin duda alguna
ResponderEliminar