Es la tristeza, que me deja tu amor.
El amor que pasa por el valle,
y me recuerda tu olor.
Que tristeza tan enorme,
mirar hacia el cielo nublado.
Qué triste me siento,
de saber que no estás a mi lado.
Y ¿para que forzar las cosas?
¿Acaso se obliga a un rosal,
cuando nace una rosa,
o se fuerza la dulzura de la miel, que sale del panal?
Qué triste es saber,
que aunque escriba tantos poemas,
ninguno será por usted leído.
Y qué triste es saber, que ya no susurraras cariño, en mi oído.
Qué triste es que se den las 12,
y mi corazón tierno, te espere.
Mas no sabe que no llegarás,
y que llorando, esperando se quedará.
Qué triste, es verte a su lado pasar,
y saber que de tu sonrisa, y de como el te abraza y hasta te intenta besar.
Qué triste es sentir la tristeza,
Y esperar una migaja de cariño...
...que caiga tal vez para mí, por casualidad de tu hastío.
Qué tristeza es ver el pasillo,
y ver que sus ladrillos,
me cuentan que tu rumor se asoma.
Más es solo el viento,
que ha pasado con tu aroma.
Me entristece el no verte.
No creas que mi tristeza es poca cosa,
Yo no quisiera nunca que pases por lo mismo.
Si está seca mi boca,
es porque se secaron, los besos de tu río.
Esta tristeza es como una roca que pesa,
y tú, aunque me ves con ella, cual princesa,
parece que no te interesa.
Esta tristeza, por ser mía,
ya es mi única amiga,
porque yo cuando mas intento alejarme de ella,
mas se aferra a mi, y no me deja.
Amame a mí, solo a mí.
deja que el se aleje como la neblina matinal,
que se aleja, así de repente,
como sin importar.
Deja que haya día con sol,
y noche con luna,
pero deja que sea solo para mi.
Y así matarás mi tristeza.
Regaláme la sonrisa enamorada aquella,
Y será para mí, mi más bella sorpresa.
Subiré al cielo, y te regalare la azul estrella.
Mientras tanto, inconmensurable es mi tristeza.
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