He intentado inútilmente,
que tus bellos ojos, se fijen en mi,
Como el día aquel.
Tu indiferencia duele.
Y huele como a flor de cementerio.
Pasas a mi lado,
y me siento totalmente ignorado.
Aún tengo tu imagen junto a la mía.
Pienso que eres mía.
Mas hoy, debo decir, que eras mía.
He intentado vanamente,
llamar tu atención.
Solo para recibir,
el gesto aquel que me hunde en decepción.
De pronto, por fin me viste.
Y sentí alegría y tristeza.
Alegría, de ver de nuevo tus ojos,
tristeza, de no poder tenerte.
Y te resulta tan natural, ignorarme.
Lo haces tan fácil,
Y para mí tan difícil.
Para ti, lo difícil es volver a amarme.
Tu indiferencia duele, me dueles en la lejanía.
Pero más duele ver como te alejas cada día.
Te enseñe a amar diferente.
Pero a eso, te muestras indiferente.
Lo diferente es bonito,
dijiste con lozanía.
Andarás con el, dijiste, de aquí para allá,
y como quisiera yo, poder ignorar.
Que si tu lo conoces mejor que yo,
es verdad.
que si él, te ama mas que yo,
es gran falsedad.
Que tu seras nube en su cielo,
y él, viento en el tuyo.
Y sin embargo, tu indiferencia hacia mí,
no se apacigua, como del mar el murmullo.
Lo diferente es bonito,
dijiste con lozanía.
Andarás con el, dijiste, de aquí para allá,
y como quisiera yo, poder ignorar.
Que si tu lo conoces mejor que yo,
es verdad.
que si él, te ama mas que yo,
es gran falsedad.
Que tu seras nube en su cielo,
y él, viento en el tuyo.
Y sin embargo, tu indiferencia hacia mí,
no se apacigua, como del mar el murmullo.
Qué triste es, amada mía,
amar, a quien antes me quería.
Aquí en la noche por ti esperaba silente.
Escucho tus pasos, pero es solo mi mente.
Impertérrito quisiera ser,
impasible a tus sentimientos por el.
Quisiera que mis ojos se apaguen,
para así tu indiferencia no ver.
Impertérrito quisiera ser,
impasible a tus sentimientos por el.
Quisiera que mis ojos se apaguen,
para así tu indiferencia no ver.
He escrito mil poemas.
He llorado mil lagrimas.
He gemido con gran dolor.
Y tu, te has olvidado de mi amor.
Que terrible este castigo.
Por hacer justo lo que me habías prohibido,
es implacable tu indiferencia.
De rodillas te suplico, ten un poco de clemencia.
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