Aunque salga el sol, en mi siempre sera invierno,
porque cuando llueve, y siento frio, entonces le veo.
Asomo mi ojo por el hueco de mi pecho roto, abandonado y solo,
afuera nadie hay que me piense, pero yo pienso en ella.
Nadie podrá asegurar que en mí esta pensando,
porque si acaso lo hace, lo hará en silencio.
Mas llueve en mi, y en la plenitud del dia,
yo siempre estaré frio, aunque salga el sol como hoy.
En mi cara esta lloviendo, siempre, sin cesar, el agua me riega,
¿es el caso de que en ti también, llueve como en mi?
Porque en tu lozanía, estarás tal vez satisfechamente fingida,
pensando en mi, como pensaste ayer, aunque sea de manera frívola.
Y aunque estés con el, y su cálido abrazo, tu pensamiento será mío,
y podrás sin embargo, disimular tu regocijo, y el estará tranquilo.
Porque no temerá perderte, como yo te he perdido,
y recordaras nuestra vieja ternura, dormida en el olvido.
Y aunque la noche se haya ido, seguiré viendo tras el triste hueco,
como los hechos, en tu corazón o el mio.
Otro dia nacerá, y siempre en mí, noche será,
y las horas pasaran, y estaré en la abundancia de gente, abandonado y solo.
Y aunque la tormenta haya desaparecido,
de mis ojos caerán miles y miles de gotas de agua salada.
Y como estrellas del cielo, permanecerás de mi lejana, en mi propio invierno,
que sin la persona correcta será, para siempre invierno, gélido y eterno.
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