No sabes

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Tú no sabes lo que yo siento, cada vez que te veo.
Simplemente, tú caminas, como con el viento,
porque cada vez que pasás, mi mirada, se amilana.
Mi corazón, parece detenerse, y de repende, a latir vuelve.

Tú no sabes lo que siento, cada vez que te veo,
porque al parecer, los nervios me traicionan,
y parece que en ese momento, mi triste voz se equivoca,
y mis manos tiemblan, en pleno calor, como si tiritaran de frio.

Y mis movimientos, se tornan torpes, se vuelven lentos,
y por mucho que lucho, dominar el momento, no puedo.
Y es que, no puedo, siquiera mirarte, fijamente a los ojos,
y de repente, pienso en el color de tus labios rosas rojos.

Tú no sabes lo que siento cada vez que te veo,
porque parace que me desvanezco, y quisiera atreverme,
a decirte mil poemas, contenidos en un solo pensamiento,
pero no puedo, porque solo yo sé, de los nervios que siento.

Y sin yo desearlo, mas con un gesto desimulado,
resulta que te vas, y desaparecés, como con el aire,
y solo te vas y no vuelves mas, y cuando eso pasa,
siento mucha pena, una profunda agonía y una aguda tristeza.

Tú, no sabes lo que siento, cada vez que te veo.
Porque parece que una melodía susurra a mi oido,
pero no es mas que tu voz, diciendome: "hola",
y yo apenas puedo mencionar tu nombre, que es Olga.

Tú no sabes lo que siento, cuando tu silueta está en movimiento,
que me parece, que eres como miel de panal.
Y es tu voz, la que rompe en mi mente, el silencio,
y saber quisiera, como se escucha tu voz, dicendo te quiero.

 Tu rostro es de hecho,  un paraiso universal,
lleno de vida, y a la vez de un misterio.
Y no sabes que desearía verme en tus ojos, reflejado al menos un segundo,
y tan solo confirmarte, que me inunda una paz, al verte, y una tempestad cuando te vas.

Y siento en tus ojos, una sublime intensidad,
tan intensa, que me hace sentir en mis adentros, un estallar y un suspirar,
y hacen tus ojos, que se convierta en una eternidad,
esa que tan solo dura, no obstante, un breve instante.

Tú no sabes lo que siento, cada vez que te veo,
porque como cobarde, no me atrevo a decirtelo,
porque quizás no deba, porque quizás, no pueda,
porque quizás, tu rechazo me mate, tan solo de pensarlo.

Y tú no sabes, el gran lamento que siento,
cuando parece que vienes, pero en realidad vas,
y me quedo esperanzado, de poderte decir, el diálogo que a diario ensayo,
en mi mente, pero que seria imposible, en voz alta, prácticarlo contigo.


Y me doy cuenta de lo ridículo que me escucho,
cuando de veras lo digo, de las historias que me invento al estar contigo,
y se vuelve un sueño, bonito, que me aprisiona cada dia y cada noche,
y con grandes ansias deseo la mañana para poder decirtelo, pero no puedo.

Y mi rostro siente un calor. Y cuando te veo, me sonrojo,
y luego sonrio, pero tú no lo sabes.
y, ¿como podrias saberlo? Si demorás conmigo,
lo que demora un suspiro.