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Melancolia

 
¿Sabe usted donde quedó mi ilusión? 
Abandonada, como se abandona una criatura.
y si de repente escuchara aquellas palabras dulces,
¿Serán acaso las palabras tuyas dirigidas a mi corazón?

Como un mar de lágrimas se ahoga,
toda expectativa bella, ahora muerta.
Un amor, que finaliza antes de empezar,
y aunque no le pueda olvidar, me agita la pregunta:
 
¿Que habría pasado si nuestro amor hubiera prosperado?  
El cielo, seguiría siendo azul, el viento seguiría soplando con su fuerza,
pero de seguro habrían sonrisas tontas envolviéndonos,
sin saber del tiempo, solo disfrutando de nuestra compañía.
 
 Usted, seguiría siendo igual de bella,
quizás cambiaría sus cabellos largos por una moña, o al revés.
Quizá podría ver la sutilidad de sus ojos, sin anteojos,
pero todo seria en mi, menos tristeza y mas felicidad.
 
Y que mas dá, pensar en lo que solo puede ocurrir en sueños,
de esos que solo ocurren cuando uno esta despierto,
o cuando uno esta profundamente dormido, y al despertar,
apenas se recuerda, pero tuvo esa vana certeza, de que pudo ser, pero no fue.
 
Porque sin disfrutar contigo siquiera un minuto,
empiezo a extrañar aquello que pudo llegar a ser.
Y sin saberlo me hice daño, y entré en un mundo de ilusiones,
que se supondría, con usted misma compartiría.   

¿Sabe acaso usted, donde esta aquello, que un dia, en mi brilló?
Es como una tristeza, la que toda mi vida, me ha hecho compañía. 
Y hoy, que al fin creía, que a su final llegaría, he aprendido una verdad de vida: 
los momentos mas bellos, se escriben con la pluma de la melancolía.  
 
Como el árbol soy, el que se marchitó, 
en plena verdosidad, porque lo tenia todo,
teniendo nada. Porque queda en mi, tan solo,
el paisaje triste, color sepia, el que abunda en mi. 

Usted, me vio, y me sonrió, pero desde siempre,
tuve una extraña sensación, que el tono de su sonreír,
era tanto para mí como para los demás igual.
Devastado quedé, cuando noté, que su mirar cambio, no se porqué. 

Poesía, oh mi triste poesía, no es mas que escribir aquello que callamos,
y usted, bella Oljavi, es también poesía, pues es toda, misteriosa, linda y silenciosa, 
la que hoy me inspira, la que hoy no tengo y jamás tendré y sin embargo con la que en mi mente,
platico tanto, con un encanto, y aun en sus tristezas, yo le sirvo de peñasco.

  Ése peñasco que se derrumba, cuando me doy cuenta de la realidad,
y perezco vivo, como pesado y oscuro abrigo.
El hoyo de la tierra, me atrae hacia el,
estoy cansado, agotado, triste y recordando, los recuerdos que jamás serán.
 
¿Sabe acaso usted, que pasó con mis sonrisas?
¿Acaso le di una, y quizás era la última? 
Es mi ser, tan efímero, que nada le pude ofrecer,
después de todo la tal dama no observa al varón aquel, cuyo corazón parece de papel.
 
Mi escribir se vuelve tan extraño, que ni yo mismo entiendo,
porque a veces perdemos la razón, y hacemos tanto daño,
o sencillamente sufrimos, porque asi lo hemos decidido.
Oh melancolía, abandonáme ¿puedes? porque el animo se desvanece, como la neblina desaparece.  
Y poco a poco, mi tristeza pesa, mas que nunca pesa,
pero al menos intento, apretar mis dientes tan fuerte como pueda,
para que al verte, no siente en mi pecho, como si se me entierra una flecha,
y si acaso te escuchara decir  palabras dulces, seria quizá para otro, menos para mi.
 
            Gracias.


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